Rafael Álvarez Ovalle
Compositor guatemalteco
Rafael Álvarez Ovalle nació el 14 de octubre de 1858, en Comalapa, departamento de Chimaltenango.
Su padre fue quien le dio las primeras lecciones de música.
En el año 1879, ingresó en la banda marcial. Álvarez Ovalle fue autor de más de 200 composiciones.
En 1896, su partitura fue escogida como la música del Himno Nacional de Guatemala. La primera vez que se interpretó fue el 14 de marzo de 1897 en el teatro Colón.
Rafael Álvarez Ovalle falleció en Guatemala el 26 de diciembre de 1946.
Obras
Himno Nacional de Guatemala
La Tuna, Pasodoble
O Salutaris
Mis Tataranietos
Himno Nacional de Guatemala
Música: Rafael Álvarez Ovalle
Letra: José Joaquín Palma
¡Guatemala feliz...! que tus aras
no profane jamás el verdugo;
ni haya esclavos que laman el yugo
ni tiranos que escupan tu faz.
Si mañana tu suelo sagrado
lo amenaza invasión extranjera,
libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará.
C O R O
Libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará;
que tu pueblo con ánima fiera
antes muerto que esclavo será.
De tus viejas y duras cadenas
tu forjaste con mano iracunda
el arado que el suelo fecunda
y la espada que salva el honor.
Nuestros padres lucharon un día
encendidos en patrio ardimiento
y lograron sin choque sangriento
colocarte en un trono de amor.
C O R O
Y lograron sin choque sangriento
colocarte en un trono de amor,
que dé patria en enérgico acento,
dieron vida al ideal redentor.
Es tu enseña pedazo de cielo
en que prende una nube su albura,
y ¡ay de aquel que, con ciega locura,
sus colores pretenda manchar!
Pues sus hijos valientes y altivos,
que veneran la Paz cual presea,
nunca esquivan la ruda pelea
si defienden su tierra y su hogar.
C O R O
Nunca esquivan la ruda pelea
si defienden su tierra y su hogar,
que es tan sólo el honor su alma idea
y el altar de la patria su altar.
Recostada en el ande soberbio
de dos mares al ruido sonoro,
bajo el ala de grana y de oro
te adormeces del bello quetzal.
Ave indiana que vive en tu escudo
paladión que protege tu suelo;
¡ojalá que remonte su vuelo,
más que el cóndor y el águila real!
C O R O
¡Ojalá que remonte se vuelo,
más que el cóndor y el águila real,
y en sus alas levante hasta el cielo,
Guatemala, tu nombre inmortal!